Llegamos a principio de temporada a un nuevo equipo y cuando conocemos a los jugadores vemos que el capitán del equipo es el más veterano en la mayoría de ocasiones, pero tras varios días de entrenamiento y convivencia con los jugadores no tardamos mucho en darnos cuenta que quizás hay otra persona que encarna mucho mejor los valores y la figura que para nosotros debe tener un capitán.
¿Qué hacemos en la mayoría de las ocasiones? Callar, asumir y no darle al final la importancia que merece la figura del capitán. Éste debe ser nuestra extensión en el campo, llegar donde nosotros no llegamos, ser el primero en apoyar cuando algo no va bien y animar para tirar adelante del equipo y del carro, tener alma de líder y ser el espejo donde se miren sus compañeros.
No es fácil reunir todas estas características y condiciones, pero algunas veces nos encontramos con alguien así y no le damos galones, pasa desapercibido, simplemente porque no valoramos la figura del capitán. Yo cuando entrenaba en categorías inferiores, me gustaba poner de capitán en cada partido a un jugador diferente, para darlos responsabilidad y ir creando esa figura, recuerdo que con solo ir al sorteo del centro se sentían importantes. Lo bueno es que todos asuman ese rol, que saquen el capitán que llevan dentro, quien sabe, algún día pueden que dirijan algún barco. Para mi un referente, como capitán, que se le veía desde fuera que la función la asumía a la perfección y hablando de mi deporte es Kike Boned, ex-capitán de El Pozo de Murcia y de la Selección Española de fútbol sala, aparte de su palmarés Kike Boned ha sido trabajo, valores y filosofía, dentro y fuera de la cancha.
Pablo López Sánchez Entrenador bu 3ª División fútbol sala
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